Por: Eduardo Ramos Garbiras
Odontólogo - Magister en Salud Pública
Los cepillos de dientes están expuestos a la contaminación, no sólo por microorganismos de la cavidad oral, sino también de los alrededores en los que se guardan. Recordemos que los baños son ambientes húmedos y el muchas oportunidades no se tiene el cuidado de secar en cepillo adecuadamente.
Se han realizado investigaciones para ver el impacto de algunos desinfectantes en la disminución de microorganismos en los cepillos de dientes. Desinfectantes como el gluconato de clorhexidina, el hipoclorito de sodio o el agua en presencia de microorganismos como estreptococos se han evaluado.
Un estudio, titulado "Contaminated tooth brushes—potential threat to oral and general health", fue publicado en línea en el Journal of Family Medicine and Primary Care. Encontraron que el tratamiento de los cepillos con clorhexidina resultaron en una reducción del 100% de las colonias de estreptococos, mientras que el hipoclorito de sodio redujo los microorganismos en 71%. En contraste, los cepillos de dientes inmersos en agua sólo mostraron una reducción del 14% en las colonias de estreptococos. Éste sólo estudio nos muestra la importancia de hacer algún tipo de tratamiento al cepillo que no sea solamente lavarlo con agua y secarlo.
Se ha encontrado también que algunos tratamientos antimicrobianos como la sal, suele ser económica, no tóxica y fácil de usar por lo que valdría la pena probar sus propiedades desinfectantes.
Los cepillos de dientes contaminados están asociados con diversos problemas de salud oral, incluyendo caries dental, gingivitis y estomatitis. Organizaciones de salud tales como la Asociación Dental Americana recomiendan cambiar el cepillo de dientes cada dos o tres meses. Es recomendable entonces desinfectar los cepillos de dientes regularmente para mantener una buena higiene oral.
Aquí tienes un procedimiento adecuado para desinfectarlos:
1. Enjuaga tu cepillo de dientes bajo agua corriente para eliminar los restos de pasta dental y saliva.
2. Llena un recipiente con enjuague bucal antibacteriano o una solución desinfectante recomendada por tu odontologo.
3. Sumerge las cerdas del cepillo de dientes en la solución desinfectante durante unos 5 minutos.
4. Si no tienes una solución desinfectante, puedes sumergir las cerdas en agua hirviendo con sal durante unos segundos.
5. Después de desinfectar, enjuaga nuevamente el cepillo de dientes bajo agua corriente para eliminar cualquier residuo de la solución desinfectante.
6. Deja que el cepillo de dientes se seque al aire libre, preferiblemente en posición vertical para permitir un mejor secado.
Recuerda reemplazar tu cepillo de dientes cada 3 a 4 meses o antes si las cerdas están desgastadas o si has estado enfermo para mantener una buena salud bucal.
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